(Martes 1° de abril de 2008, salida del turno mañana de la Escuela Manuel Belgrano, Mendoza.)
- Hola hijita.
- Hola papi.
- ¿Porque tenés esa carita?
- Es que, papi, vino un Señor a la escuela que peleó en las Islas Malvinas, nos mostró un mapa con las islitas y nos contó que hay señores que no volvieron, que se quedaron allá para siempre, porque se murieron peleando y los enterraron allá. ¿Sabés que, papi?, cuando le dió un premio al abanderado de la escuela, lo abrazó y se puso a llorar. Yo y otros chicos también lloramos. ¿Sabés porque lloré yo?
- No hijita, contame.
- Porque ese Señor, era como vos.
- Abrazame fuerte hijita, abrazame fuerte.
jueves, 3 de abril de 2008
26 años después.
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6 comentarios:
Los niños son sabios, al crecer vamos olvidando las cosas importantes.
Gracias por acordarte.
Yo soy de la promoción 82 y zafé de la convocatoria de ese año por la prórroga de un secundario de 6 años.
A veces no te das cuenta en el momento de lo que significa la palabra suerte. Por suerte, hemos podido envejecer para valorarla.
yo me acurrdo de todo.cuando nos hicieron escribirles cartas a los soldados dandoles animo!!!!!!talvez ni les llegaban.pero yo me sentia importante porque en un lugar lejos y muy frio algun chico estaba leyendo con amor mi carta.y haci que me sintiera un poquito mas cerca de ellos...nuestros pobres combatientes...nenes de 18 añitos,como la edad que ahora tienen mis hijos.
say no more
Recordar a los amigos caídos, solo que aquí la guerra es diferente, no hay honor, ni veteranos, ni héroes.........solo sobrevivientes.
Me sensibilisó el post, regresando a casa abrazo a mis hijas más fuerte.
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